La comida marroquí, un motivo más para organizar tu viaje

La gastronomía marroquí es, en sí misma, un buen motivo para venir al país. Si te gusta probar sabores nuevos y platos distintos, las propuestas culinarias que encontrarás en Marruecos no te defraudarán. Además, la gastronomía marroquí es muy variada, pues en cada región es diferente, con recetas propias que merece la pena conocer. Además, sus sabores son de lo más novedoso para un paladar occidental, unas veces gracias a especias y condimentos poco usados en nuestra cultura, y otras veces por la introducción de matices dulces que no te dejarán indiferente. Por eso, si quieres adentrarte en la experiencia cultural de la gastronomía marroquí, presta atención a todas las claves que te damos aquí.

Gastronomía de Marruecos

Tradición e historia de la gastronomía marroquí

La gastronomía marroquí es muy rica y diversa porque sus influencias también lo son. No se puede negar que una de las tradiciones más presentes en ella es la árabe, motivo por el cual comparte muchos platos con otros países del norte de África y Oriente Medio, aunque con su propia versión local. 

Sin embargo, la gastronomía marroquí es mucho más que eso. Se diferencia de otras cocinas del Magreb, por ejemplo, en que no tiene prácticamente influencia de la comida turca, pues el imperio otomano nunca dominó este territorio, como indicamos en la página dedicada a la historia de Marruecos.

Además, otro rasgo característico es la poderosa influencia bereber, como ocurre en prácticamente todos los aspectos culturales del país. Buena parte de la gastronomía marroquí se gestó en el siglo XIV, en tiempos de la dinastía meriní, y más concretamente en sus ricas cocinas palaciegas, con recetas e ingredientes que acabaron llegando también a las cocinas domésticas.

Además, en la gastronomía marroquí se pueden encontrar pequeños detalles de culturas que han estado en contacto, de una u otra manera, con Marruecos en el pasado, como la andalusí, la sefardí, la francesa o incluso la española. Todo ello, unido al estilo de vida de este país islámico, convierten cada desayuno, cada almuerzo y cada cena (e incluso cada pausa de té) en una auténtica experiencia que sorprenderá para bien a cualquier viajero.

Productos y platos típicos de la gastronomía marroquí

Muchos son los platos y productos típicos de la gastronomía marroquí. Y en nuestro blog, por cierto, dedicamos muchos posts a describir en profundidad cada uno de ellos. Pero lo mejor de todo es que podrás encontrarlos fácilmente durante tu viaje al país, ya sea en restaurantes, en mercados populares, en tiendas tradicionales, en las casas de tus anfitriones… y en muchos otros lugares. A continuación te mostramos algunos ingredientes, platos y dulces que convierten a la gastronomía marroquí en una de las más especiales de África… y del mundo.

Ingredientes de la cocina de Marruecos

Los platos que enumeramos en el siguiente apartado son, en realidad, el resultado de la suma de muchos elementos. Por un lado, ingredientes y productos, y por otro, utensilios y ajuar que prácticamente solo podrás encontrar aquí.

En el caso de los ingredientes, merecen una mención especial las especias y los condimentos. Por encima de todos, el ras el hanout, que es en realidad una mezcla de especias muy diversas, cuyo contenido es distinto en cada caso (tienda, marca, restaurante, etc.)… y cuya composición se mantiene siempre en secreto. En cualquier caso, se pueden citar las siguientes, ya estén dentro del ras el hanout o se utilicen de manera individual: pimentón (tanto picante como dulce), jengibre, cúrcuma, comino, azafrán, nuez moscada… y otras muchas que puedes encontrar en este post.

Las verduras y frutas también tienen un peso muy importante en la gastronomía marroquí: la berenjena, el tomate, la lechuga, la cebolla o las aceitunas son clásicos de la cocina mediterránea, que ha dejado su huella en la cocina del país. Pero también se pueden mencionar otras propuestas más ‘exóticas’ como los frutos secos, por ejemplo dátiles o las nueces de argán, entre otras. 

En cuanto a la carne, todo está determinado en buena medida por las normas islámicas sobre comida halal. Es decir, se prohíbe el cerdo y las aves que tienen garras, y todos los animales empleados para la alimentación deben haber respetado un ritual muy específico de sacrificio, destacando entre todos la obligatoriedad de haberse realizado mirando a La Meca. Esto hace que las carnes principales sean la de cordero y la de aves de corral como el pollo y la gallina. La ternera está permitida, aunque está presente en menor medida que las mencionadas. De la misma manera, los huevos son un ingrediente muy usado en la cocina de Marruecos.

Gracias a la enorme extensión de las costas marroquíes, también es fácil encontrar pescados y mariscos dentro de la gastronomía marroquí tradicional. No obstante, se restringen básicamente a las áreas del litoral debido al intenso calor del interior y las dificultades de conservación y transporte en el pasado. Algunas de las especies emblemáticas en la pesca de Marruecos son la sardina, el jurel o el lenguado.

Y los cereales tienen también mucha presencia en la gastronomía marroquí. De hecho, el pan es considerado sagrado, siendo la versión principal la equiparable al pan de pita, aunque hay otras muchas más: hobs al makla, batbout… Y por supuesto, no podemos olvidarnos del cuscús, que es sémola de trigo en forma de pequeñas bolas y que, en realidad, es la base para elaborar numerosos platos con diferentes ingredientes.

Platos famosos de Marruecos

Con los ingredientes citados en el anterior apartado, y con otros muchos más que pueblan sus mercados, la gastronomía marroquí te sorprenderá con platos tan icónicos como los siguientes:

  • Tajín: una especie de estofado que, en realidad, admite prácticamente cualquier ingrediente… siempre y cuando se cocine y se sirva en su característica cazuela de barro con tapa cónica. De pollo, de buey, de cordero, de pescado, con dátiles, pasas, manzanas, aceitunas, almendras, huevos…
  • Cuscús: como decíamos, se trata de sémola de trigo en forma de pequeñas bolitas, pero sobre esa base se elaboran numerosos platos con ese nombre. Pueden llevar carne, por ejemplo de cordero, pero lo que más riqueza aporta son las verduras y las legumbres (calabaza, calabacines, zanahorias, coles, nabos, garbanzos, etc.), las frutas y la miel para un toque dulce y las especias para alcanzar otros muchos matices
  • Pizza bereber: se trata de un plato muy común en el sur del país, en el desierto del Sahara, pues es una elaboración tradicional entre los nómadas y habitantes del lejano sur
  • Pastilla de pichón o bastela: se trata de uno de los platos más populares, y su nombre hace referencia a la forma de la elaboración (una pastilla de hojaldre), con relleno de pollo (u otras aves, como paloma, de ahí su nombre), almendras y cebolla, donde el toque dulce lo aporta la canela y el azúcar glas espolvoreado
  • Bissara: se trata de un puré de habas, sencillo y humilde, pero muy arraigado en la gastronomía maroquí
  • Harira: es una sopa tradicional que, además de añadir fideos, ofrece ricos tropezones, principalmente de carne, tomates y diferentes legumbres como las lentejas o los garbanzos
Dulces de Marruecos

Dulces de Marruecos

Dulces populares en Marruecos

Los dulces populares aparentemente no son tan variados como los platos salados de la gastronomía marroquí. Pero en realidad, en cada rincón del país hay propuestas dulces de pastelería que no deberías dejar de probar durante tu viaje. Algunos de ellos son ‘nacionales’ y, de hecho, se toman en momentos muy representativos, como el iftar (momento en el que se pone fin al ayuno diario durante el Ramadán).

Así ocurre con la chebakia, un dulce elaborado a base de harina, huevo, mantequilla, almendras tostadas, sésamo y miel, así como otros ingredientes aromatizados. El sfenzh, por su parte, también se suele utilizar para acabar con el ayuno, pero en este caso para el ‘desayuno’ como primera comida del día. Los briwat son pasteles rellenos a modo de empanadas en forma de triángulos, que se suelen servir para ‘picar’ en ocasiones especiales, como banquetes. Además, el cuscús tiene su propia versión dulce, conocida como seffa.

Utensilios singulares de la cocina local

Otro aspecto interesante vinculado a la gastronomía marroquí es, precisamente, los utensilios empleados para elaborar los platos y dulces arriba indicados. Algunos están específicamente diseñados para un plato concreto, como por ejemplo la cuscusera para elaborar el cuscús al vapor o los recipientes de barro con tapa cónica para los tajines, que tienen como objetivo mantener el calor y la humedad de los alimentos ya cocinados y servidos en la mesa.

De hecho, el barro es un material muy utilizado en el ajuar de cocina en Marruecos, como también demuestra el tangia para la elaboración de guisos y sopas de cocciones lentas. Y si tienes la posibilidad de darte una vuelta por una cocina o por una tienda en la que se vendan utensilios, descubrirás otros elementos, a menudo hechos en cobre, de lo más sugerente.

Bebidas típicas de la gastronomía marroquí

Las bebidas representan un elemento fundamental de la gastronomía marroquí. Algunas de ellas representan un auténtico símbolo de la cultura de Marruecos, como el té, que se puede tomar incluso cinco o seis veces al día. El más habitual y popular aquí es el llamado té moruno, que es en realidad un té verde con menta. Se puede tomar a cualquier hora y ayuda a combatir la deshidratación en un clima tan cálido como este, aunque además representa un acto social y de hospitalidad.

Una particularidad de las bebidas típicas de Marruecos es la ausencia de alcohol, pues así lo especifica de manera clara el Corán, aunque hay pequeñas producciones de vino en lugares como Meknes o licores de higo que tienen origen en la cultura sefardí. En cambio, sí son muy populares los zumos de frutas, especialmente el de naranja. Y las bebidas a base de leche han alcanzado una gran variedad y popularidad en los últimos tiempos. En este sentido, se puede citar la leche agria (perfumada con miel y tomillo).

Gastronomía marroqui

Así es una comida típica en Marruecos

Normalmente, la comida más importante del día en Marruecos es la del mediodía, salvo en el mes sagrado del Ramadán, periodo en el que el ayuno durante el día es obligatorio y, por tanto, se traslada esa comida principal a la noche, en el momento conocido como iftar. Lógicamente, el ritmo diario durante un viaje es distinto, y eso influirá en vuestros menús: para aprovechar mejor la jornada, puede que vuestras comidas principales sean el desayuno y la cena, convirtiendo el almuerzo en una forma de reponer energías para proseguir las visitas previstas en esa jornada. En nuestros circuitos, por cierto, es habitual que tanto el desayuno como la cena estén incluidos en el paquete, salvo en las grandes ciudades donde se deja mayor margen de elección al viajero.

El almuerzo típico marroquí suele empezar con una ensalada, que supone una saludable forma de abrir boca. Después llega el plato principal, que suele ser uno de los muchos tajines típicos de la gastronomía marroquí. Y para concluir, se suele ofrecer un postre en forma de fruta de temporada o bien a modo de dulce, con ingredientes populares como la pasta de almendras y el azúcar blanco. Además, en algún momento del almuerzo, sobre todo a partir del ecuador del mismo, se ofrece té, independientemente de la bebida que se esté tomando. 

Así es un banquete típico en Marruecos

Las propuestas culinarias que hemos enumerado en esta página sobre la gastronomía marroquí no solo se degustan a diario, sino también en ocasiones especiales. De hecho, un rasgo muy característico de este país es la celebración habitual de banquetes. Se pueden organizar en ocasiones verdaderamente especiales, como los banquetes de boda, pero también para estrechar lazos entre familias. Otra ocasión muy señalada para realizar un banquete es el iftar, es decir, la cena con la que se rompe el ayuno diario del Ramadán, sobre todo si es el último día, conocido como Eid al-Fitr.

¿Y qué se suele comer en un banquete típico marroquí? Pues de todo, y en porciones generosas, en platos dispuestos por toda la mesa, que en este caso suele tener una altura más baja de lo habitual.  El primer gran plato en llegar es la bastela o empanada típica marroquí, que no suele faltar en estas ocasiones. También se sirven tajines de diferente tipo, así como distintas versiones de cuscús. Y para dar mayor solemnidad al banquete, los platos se pueden aromatizar con hierbas y especias variadas, además de esparcirse semillas de sésamo y almendras tostadas. La fruta también está muy presente, especialmente sobre hielo y en grandes fuentes. Y por supuesto, todo ello acompañado de té, que se sirve con gran ceremoniosidad para remarcar la importancia dada a la reunión de todos los comensales.